sábado, 30 de octubre de 2010

Evitables

No me mires con cara de pobre-chica-por-qué-estará-sola, no me hace gracia. No me tengas lástima porque me quede un sábado a la noche en casa, puedo poner The fight club y tocarme hasta que me dé síndrome de túnel carpiano. No repitas “nunca digas nunca” o “tal vez dentro de tres años querés” cuando contesto que no quiero tener hijos; vos cagás si tenés ganas ahora, no dentro de 19 meses. No me pregunten más “cómo puede ser que una chica linda inteligente divertida profesional esté sola”, es una pregunta totalmente pelotuda y no sé contestarla; y si es retórica… al pedo es enunciarla. No digan cosas como “Si estuviera solo, te hago cinco hijos”, porque no se animan a tocarme ni una teta. Dejen las frases del estilo “te hace falta una buena garcha”, porque cogí anoche y que no te comparta mis encuentros sexuales no quiere decir que sea virgen o frígida. Basta del facilismo de “seguro es torta”, porque me gustan los tipos y si fuera un bombero loco ya te habrías enterado, puedo serlo en el barrio que me vio nacer o a 96 kilómetros de allí. Guardate el “sos genial” si estás por irte a Mar de las Chotas con la rubia lacia. Dejá de sorprenderte ante el “no me gusta Mariano Martinez”, porque no me despierta ni las ganas de abrir la heladera.