jueves, 25 de julio de 2013

En directo

Fue extenso el repertorio anoche y el nudo en la garganta apareció con estos acordes... a quien le sirva, súmese al viaje... yo aún no me pude bajar.

Cuántas cosas. Las Pelotas
 (clic en el título)
La noche me recuerda que el día es pasado
y pienso cuántas cosas salieron bien...
Cómo me gustaría poder frenar el tiempo
en el preciso instante que sos feliz.

Cuántas veces soñás,
cuántas cosas serán verdad
hoy es un día bueno, no sé cómo decirlo bien.

Qué lindo es ver la luna después de la tormenta,
los rayos te atraviesan, no puedo hablar.
Te juro que si al hombre le hubieran dado alas,
iría al fin del mundo, solo con vos.

Cuántas veces soñás
cuántas cosas serán verdad
hoy es un día bueno, no sé cómo decirlo bien.

domingo, 14 de julio de 2013

Terapia de grupo didáctica

"Señor, dame la serenidad de aceptar
las cosas que no puedo cambiar;
valor para cambiar las cosas que puedo;
y sabiduría para conocer la diferencia." 

Vamos a sentarnos en círculo así nos vemos las caras un poco. Mmm, bien, ahora verán lo que tengo entre las manos, ¿sí?, un tucán de cerámica... es un adornito, ¿sí? Bien, este tucán es simbólico, y nos servirá para la actividad de hoy, ¿sí? Bien... la persona que tenga el tucán en la mano es la que tiene la palabra, es decir, la tenencia del tucán nos dará el permiso para hablar y manifestar aquello que necesitemos, y si tenemos que decírselo a alguien aquí presente, miramos a la persona y expresamos eso que nos inquieta. Ahora bien, como yo tengo el tucán en la mano y necesito decir algo, voy a hablar primero, y te voy a mirar directamente a vos y te lo voy a decir, ¿sí? Bien, te quiero explicar una cosa importante que tal vez no sepas: no todo lo que una mujer dice es un planteo o un sermón, ¿sí? A ver, no todo aquello que una expresa es una prédica obcecada con el fin de destruirte. Por ejemplo, si te pregunto un jueves si te parece que el sábado vayamos a X lugar, no te estoy haciendo un planteo... ¿comprendés? Es sólo una pregunta, no te estoy coartando la libertad, ni organizando tu vida, ni decidiendo por vos, ni ninguna de esas cosas. Yo, sujeto A, te hago una pregunta a vos, sujeto B. ¿Sí? Y vos podés contestarla con un sí o con un no. Una pregunta que busca respuesta concreta no es un planteo profundo sobre nada que deba preocuparte. Si yo te pregunto por qué te enojaste ante tal o cual comentario, y te explico que lo entendiste mal, que fue un malentendido, eso es una explicación, no un sermón, ¿sí? No es motivo para que comiences a hiperventilar, y a experimentar una taquicardia que anuncia un ACV prematuro. ¿Sí? O si te pido que dejes la toalla mojada sobre otro lado que no sea la cama, otro lado, ni siquiera te reduzco las posibilidades a una, sólo te solicito que no la dejes en un lugar, que podés dejarla en otros siete lugares pero no en ése; dicho pedido no es un sermón, no es la castración de tu masculinidad, ni un juego de roles donde yo emulo a tu madre y vos tenés una regresión a tu traumada adolescencia, ¿sí? Yo te explico esto, primero porque tengo el tucán en la mano, y segundo porque me tiene un poco seca que siempre ante cualquier comentario vos tengas que bufar como si te estuviera tocando el timbre y trayendo la palabra de Jehová. Si vos tenés una capacidad de resolución limitada, no es problema mío, ¿sí?, si todo lo que te requiere una decisión básica básica te pone los cimientos del cerebro en conmoción, fijate, hacete ver, te lo digo con el tucán en la mano, ¿sí? Yo entiendo que hay minas que te perforan el cerebro hablando, que responden por vos cuando alguien te pregunta algo, que te eligen la ropa que tenés que vestir. Sin embargo, ése no es mi caso, ¿sí? Porque pasa lo siguiente, tu acotado espacio para la conversación de ciertas cuestiones luego hace que te sorprendas cuando yo agarro mis cosas y me mando a mudar. Cuando pego el portazo vos me maldecís, y te convencés de que “de un día para el otro, sin avisarte” te dejé, con el corazón roto. Si te hubieras molestado en bufar menos e interactuar un poco más, tal vez este tucán que tengo ahora en la mano se lo podría haber cedido al adicto al crack que tenés sentado al lado, quien seguramente lo necesita de verdad.

sábado, 13 de julio de 2013

Ángel

Es sábado. Estoy profundamente dormida. A lo lejos, allá en otra galaxia, oigo el dejo del timbre de la puerta. Ahora con un ojo semiabierto lo escucho más real. Me incorporo bruscamente en la cama, los pelos en la cara y me obligo a sacudirme el sueño. Timbre. Definitivamente están tocando el timbre. Aún es de noche, me levanto sin entender absolutamente nada, dormida. Sabiendo que es el de la puerta, voy al portero. Nada. Timbre. Efectivamente es el de la puerta. ¿Será el chico del agua? Miro reloj. Son las 5 am. ¿Quién puede estar tocando el timbre a esa hora? Miro por la mirilla y veo a un sujeto masculino con la cabeza gacha, apoyando cada brazo en el quicio de la puerta. La puta que lo parió. En un segundo, miles de conjeturas. Si no lo atiendo va a seguir tocando el timbre. Si lo atiendo sabe que hay alguien. Timbre. Yo, con voz de travesti ahogado: ¿quién es? Sujeto: soy yo Moni, Ángel. En segundos pienso: espero que entre Moni y Ángel esté todo bien. Espero que Ángel no esté borracho. Espero que Ángel me crea cuando le diga que no soy Moni. Espero que Moni no le haya negado antes la entrada a Ángel. Espero que Ángel no me cague a patadas la puerta. Yo, por fin, le aviso: equivocado. Ángel de Moni: ah, perdón. Así fue la madrugada del sábado que se hizo para descansar. Ángel se fue con Moni. Yo hice un pis y, mientras la gata me miraba desde los pies de la cama, patiné en medias hacia mi almohada tratando de convocar al sueño que Ángel había interrumpido.

martes, 9 de julio de 2013

Rotas cadenas

Sabio diccionario dice:
Patria. n.f. 1. Nación propia, con la suma de cosas materiales e inmateriales, pasadas, presentes y futuras que cautivan la amorosa adhesión de los patriotas. // 2. f. Tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos.
Patriota. n. m. y f. Persona que tiene amor a su patria y procura todo su bien. 
Nación. 1. f. Conjunto de los habitantes de un país regido por el mismo gobierno. // 3. f. Conjunto de personas de un mismo origen y que generalmente hablan un mismo idioma y tienen una tradición común. // 4. n. f. Comunidad humana caracterizada por la conciencia de su identidad histórica o cultural, y generalmente por la unidad lingüística.
  
Obsérvense las expresiones "suma", "pasadas, presentes y futuras", "amorosa adhesión", "adoptiva", "vínculo afectivo", "procura todo su bien", "conjunto", "tradición común", "comunidad". Nos estamos olvidando de estos términos, y nos están ayudando a olvidarlos cada día más. Cuando arremete la confusión, es bueno abrir el diccionario e ir a la fuente más primaria para desde allí comenzar a significar...


La rebelde. Palo y la Hermandad
(clic en el título, leer con su 
música, si no pierde su encanto)

Selva de la luna
se hace presente en invierno.
En la pampa viene el sueño marchando.
El desfile de la estela de los muertos.

El inglés es la ley
duerme ya el burgués.

Una vez cuna de cielos abiertos.
Hoy huella de muerte sin sentido
y sin honor del asesino.
Canto de la pampa envenenada
de la pampa mansillada del dolor y la pasión
austera y europea.

Esa especie tan colgada 
de los huevos de la corona británica.

Y el campo cuidador de las estrellas
ahogado con la furia de su voz.
Mirando para atrás
veo caminos negros sobre el mar.

El inglés es la ley 
duerme ya el burgués.

viernes, 5 de julio de 2013

Viernes 4 pm

Nunca les di importancia a las ceremonias, por lo menos a las que me han involucrado. Sin embargo, cuando alguien que se esforzó, se peló el espíritu, pasó noches sin dormir, roscándose el cerebro a fuerza de llanto y frustraciones; se cuestionó, se negó su capacidad, abandonó, amagó con plantar todo y dar un portazo con el pecho atiborrado de angustia, llegó al límite, disfrutó menos de lo que hubiera debido, y aún así siguió remando y remando, digo cuando alguien así llega a la meta tanto tiempo anhelada y recibe el reconocimiento sellado y certificado, enrollado y sujeto con una cintita blanquiceleste, el único gesto posible es subirme a una silla y, henchida de orgullo, aplaudir hasta que se me rompan las palmas de las manos.

martes, 2 de julio de 2013

Cuando tenés razón... I

Hace unos años, un amigo muy sabio me dijo algo increíblemente verdadero. Yo estaba tomando algo con mi amiga querida, la chica de pelo corto, y fumando y hablando de la vida. Amigo Yoda, habiendo escuchado la conversación, se acerca, apoya las manos en la mesa con los dedos hacia abajo, los gordos apoyados arriba y los talones de la mano hacia afuera, y resume la situación conversada con una máxima cuya vigencia al día de hoy es infalible. Dice con una seguridad de experiencia neta: “En el amor, cuando uno muestra vulnerabilidad, el otro se pone sádico”. ¡Y es así, mis queridas y queridos! Es así... ¡Aplausos!