¿Qué
motivo conduce a una fémina amiga con novio a dejar la prudencia de lado cuando se trata de la intimidad de una? ¿Qué motor se
enciende? ¿Qué glándula se le modifica? ¿Qué es lo que hace que
una chica amiga nuestra –en
quien confiamos– que está en pareja revele
todas nuestras vivencias contables y no contables a su compañero
vigente? Hay algo que sucede con la mayoría de las mujeres cuando
pasan de vestir santos a zurcir ilusiones y sacarse pesos de encima.
Pasa una cosa rara, algo que tal vez viene con el combo, no sé, pero
de repente un día le conocés al afortunado y en la segunda reunión
ante un comentario totalmente sutil de tu parte él te dice
(provocando una risita en ella): “Y también, vos elegís cada
candidato...”. Epa. ¿Qué te pasó, cachorro? ¿Me estás hablando
a mí? ¿Desde cuándo mi vida personal, compartida con la amiga (no
así con el fulano), está abierta al público para que el gran novio
me la comente? Y otra cosa, nuevo candidato a la panza de casado,
ubicate, hacete el sota. Porque mientras masticás el ojo de bife con
papas noisette a mí no se me ocurriría nunca preguntarte: “¿Ya
encontraste el clítoris de Gaby, o todavía seguís errando?”.
Entendés, papi, cómo es la cuestión, aunque yo sepa que vos no
podés poseerla de parado porque se te cansa la cabeza del fémur, o
que te gusta que te hurguen la baulera con el índice, yo me hago la
boluda, no comento nada, no te hago atragantar la comida con un
comentario que tiene el tono de un filósofo que todo lo sabe. Así
que tal vez puedas ir ahorrándote tus reflexiones acerca de mis
elecciones amorosas, mis conflictos laborales o la relación con mi
madre, porque no te participé a la ceremonia. Por supuesto que son
ellas las que deberían mantener el pico sellado; pensar que, tiempo
atrás, cuando eran solteras, demostraban sensatez y
equilibrio, pero una vez de la mano, como que les agarró el
síndrome “me fusioné contigo”, y pasan a hablar todo en idioma
“nosotros”. Esas chicas, las que ahora dicen cosas como “nos
encantó esa peli”, “fuimos a la casa de los tíos del gordi”,
“no usamos Microsoft, somos Apple”, son las mismas que antes nos
escuchaban y compartían nuestras alegrías, comicidades y garrones,
teniendo bien en claro que era algo nuestro, de amigas.
Ahora que dos son uno, que lo tuyo es mío, que mi vida es tuya, que
no tengo vida que no sea con vos, nada de nada queda vedado en el
seno premarital. Está permitido contar, comentar, reflexionar y
opinar con la impunidad que da la ignorancia. A todos ellos... sigan
participando. A todas ellas... cuando se separen del licenciado en
protocolo, no-me-lla-men.
Probablemente sea más productivo charlar el sábado a la noche de la alergia que tuvo tu candidato en las partes íntimas por esa cremita que quisiste probar que dedicarse a explicarle el dibujito de dónde queda el clítoris (o para qué era que servía).
ResponderEliminarCura et Valeas